En el tranquilo suroeste de Ibiza, cerca del encantador pueblo de San José y con fácil acceso a la ciudad de Ibiza y al aeropuerto, se encuentra esta finca centenaria que conserva intacto el carácter rural de la isla. El entorno de colinas cubiertas de pinos y campos abiertos ofrece privacidad y serenidad, a la vez que mantiene proximidad a todos los servicios.
La casa principal, de estilo ibicenco, mantiene su autenticidad con paredes encaladas, techos altos con vigas de sabina y suelos tradicionales. Alberga dos dormitorios, un amplio salón presidido por un antiguo molino de aceite restaurado, un comedor y una cocina equipada que combina el carácter rústico con las comodidades actuales. También dispone de lavadero, trastero y garaje, garantizando funcionalidad y confort.
Un anexo independiente suma dos dormitorios adicionales y un baño compartido, lo que aporta flexibilidad para invitados o familia. El conjunto crea un espacio acogedor y práctico tanto para vivir todo el año como para disfrutar en estancias de temporada.
En el exterior, el jardín mediterráneo reúne plantas autóctonas, árboles frutales y una buganvilla que da la bienvenida a la terraza cubierta, ideal para cenas al aire libre. La piscina rectangular de 8×4 metros, acompañada de áreas chill-out y terrazas soleadas, convierte el espacio exterior en un auténtico refugio de relax.
La propiedad está equipada con calefacción, chimenea, red eléctrica y conexión a internet y telefonía.
Un lugar único para vivir Ibiza desde la calma, la historia y la autenticidad.